miércoles, 24 de febrero de 2010

LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS EN LOS PAÍSES POBRES



En un mundo ideal, la educación primaria sería universal y financiada públicamente, y todos los niños podrían ir a la escuela más allá de la posibilidad o la voluntad de pagar de los padres. La razón es simple: cuando algún niño no adquiere los conocimientos básicos para actuar como un miembro productivo y responsable de la sociedad, la sociedad en su conjunto -sin hablar del niño individual- pierde. El costo de educar niños es ampliamente superado por el costo de no educarlos. Los adultos que carecen de los conocimientos básicos tienen mayores dificultades para encontrar empleos bien pagos y para escapar de la pobreza. La educación para las niñas tiene beneficios sociales especialmente sorprendentes: los ingresos son más altos y las tasas de mortalidad materna e infantil son más bajas en el caso de las mujeres educadas, quienes también tienen más libertad personal para realizar elecciones.

Pese a los avances considerables en las últimas dos décadas la asistencia a la escuela en los países más pobres del mundo no es universal en absoluto. Según el Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas, a fines de 2003, alrededor de 113 millones de niños en el mundo no estaban inscritos en la escuela.

Teniendo en cuenta que la educación es un derecho reconocido y considerando los beneficios para la sociedad cuando los niños son educados, el estado debería soportar el costo, especialmente en el caso de los niños pobres. La administración pública puede no disponer de los recursos necesarios para ofrecer una educación gratuita para todos, ya sea porque existe una gran economía en la sombra que no paga impuestos y la base tributaria es pequeña, o porque la administración y la recaudación fiscales son ineficaces. Y, en muchos países (con frecuencia los mismos), el estado no maneja bien los recursos que tiene. Los fondos se administran mal y la falta de eficiencia o directamente la corrupción pueden impedir que los recursos lleguen a las escuelas. La voluntad política de dar una educación universal también puede estar ausente en las sociedades no democráticas, si las elites gobernantes temen que una población educada esté en mejores condiciones de cuestionarlas. Si bien corregir estas deficiencias es obviamente una prioridad, llevará tiempo. ¿Qué se puede hacer mientras tanto para garantizar que los niños pobres de los países pobres reciban una educación?

Un estudio reciente del Banco Mundial reveló que los pagos de los padres por la educación elemental eran comunes en 77 de los 79 países estudiados. Los pagos del usuario pueden adquirir distintas formas. Los aranceles escolares pueden cubrir los sueldos de administradores y profesores, materiales como lápices y manuales y el mantenimiento de la escuela. O los padres pueden hacer pagos en especie, por ejemplo, aportando comida para los profesores, asistiendo en el aula o colaborando con su trabajo para la construcción o el mantenimiento de escuelas. Es importante analizar el efecto de estos pagos del usuario en la educación en los países pobres antes de decidir si cabe continuarlos, reformarlos o prohibirlos.

LA EDUCACIÓN EN FINLANDIA


El 95% del sistema educativo es estatal. Hay 4000 escuelas primarias y 580.000 alumnos. * La enseñanza es gratuita y obligatoria hasta los 16 años de edad. * Finlandia ocupa el primer puesto en las evaluaciones de lengua y ciencia de la OCDE, y el segundo en matemáticas. * La carrera docente es muy exigente y sólo ingresa el 20% de los aspirantes. * Todos los maestros pasaron por la universidad. El 80% son mujeres. * Desde los años 90 las escuelas son municipales, con una fuerte ayuda económica del gobierno central. * Hay un consejo de evaluación de las escuelas, que mide la calidad de la enseñanza. * El gobierno de Finlandia destina el 14% de su presupuesto a educación. En la Argentina, el índice es del 7,5%.

FINLANDIA ( HAY QUE MOTIVAR )


Uno de los temas que se discuten hoy en nuestro país es la obligatoriedad del secundario, tema que también se debatió en Finlandia. "No soy demasiado partidario de la obligatoriedad -consideró Välijärvi-. Es un tema que hemos debatido, porque entre el 10 y el 15 % de los alumnos no terminan el nivel secundario, lo que constituye un verdadero problema social, ya que estos chicos tienen dificultades para conseguir un trabajo permanente en el mercado laboral." Convencido de que es mucho más importante la motivación para el estudio que la obligatoriedad, el investigador finlandés sostuvo que "la finalidad de la educación no es que una persona reciba un diploma, sino lograr una preparación para un aprendizaje de por vida". Uno de los reclamos de los maestros argentinos es la necesidad de que se jerarquice la carrera docente y de contar con sueldos dignos. ¿Gana bien un docente finlandés?, preguntó LA NACION: "La paga no es tan importante si comparamos con los sueldos de otros países. En Suiza es casi el doble. La paga, por sí sola, no explica la popularidad de la profesión en Finlandia y es difícil de explicar por una sola razón. Si bien los sueldos no son muy altos, ser docente da buenas perspectivas en la sociedad. Muchos docentes trabajan en casas de edición u otras profesiones". La profesión docente, aseguró, es una de las más consideradas por los jóvenes que están próximos a finalizar la escuela media. Una idea que ya desde hace un tiempo está en crisis en la Argentina es que la educación es una herramienta de movilidad social ascendente.En el país europeo sigue siendo considerada un factor muy importante para la movilidad social. "Los padres son quienes más han creído en la educación desde esta perspectiva", explicó. Frente a la necesidad de incrementar el número de horas de clases y aumentar el número de escuelas con doble jornada, una posibilidad surgida en el debate educativo argentino, Välijärvi contó que en su país se emplean menos horas que en otros. Mientras en Corea (uno de los países con mejor rendimiento educativo) se dictan 50 horas por semana, en Finlandia suman 31. "La cantidad de horas no explica los resultados. Más importante es preguntar cuán efectivamente se usa ese tiempo para aprender y enseñar, y creo que las escuelas finlandesas, desde ese punto de vista, son muy eficaces." Por Laura Casanovas De la Redacción de LA NACION

FINLANDIA( EDUCACIÓN OBLIGATORIA Y GRATUITA)


La educación obligatoria en el país escandinavo abarca nueve años (seis de primaria y tres de secundaria) y es gratuita. Menos del 5% de los alumnos asiste a instituciones privadas. Incluso, no hay ninguna universidad privada: todas son estatales. Finlandia destina cerca del 6% del producto bruto interno (PBI) a la educación, meta que la Argentina prevé alcanzar en 2010 -hoy invierte poco más del 4%-, según la ley de financiamiento aprobada el año pasado. En las evaluaciones internacionales PISA 2003, organizadas por la OCDE para alumnos de 15 años, Finlandia ocupó el primer puesto en lectura y en ciencia, superando a Corea, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y el segundo lugar en matemáticas, detrás de Hong Kong. La Argentina no intervino en esa competencia, que ubicó a los países de América latina -Brasil, México- entre los puestos más bajos. "Todos los estudiantes reciben el mismo programa. En los resultados de las pruebas PISA 2003, los alumnos de Finlandia con rendimiento más bajo están en un nivel muy alto comparados con los de otros paises, y nosotros les damos mucho apoyo.Otra diferencia importante con respecto a otros países es que en Finlandia todos los docentes tienen una formación universitaria", precisó el especialista. Välijärvi describió el riguroso proceso de selección que rige en la formación de los maestros y reveló que en su universidad sólo ingresa menos del 20% de los aspirantes a la carrera docente. La influencia de los maestros se fortaleció a partir de la década del 90, cuando Finlandia descentralizó la educación y les dio más poder a los municipios, lo que redundó en mayores atribuciones para los maestros. Hoy los docentes pueden elegir los libros de textos, el programa que sigue la escuela, fijar directivas sobre cuestiones disciplinarias, de evaluación y la cooperación entre las escuelas y los padres. En tanto, el papel de los directores es más acotado que en otros países. Uno de los problemas más graves del sistema educativo argentino es la alta fragmentación y las profundas diferencias en los recursos y la calidad de la enseñanza entre distintas provincias. En Finlandia, el gobierno tiene un papel crucial para evitar que se generen desigualdades en función de la situación económica de las distintas regiones del país.

FINLANDIA, ¿MODELO EDUCATIVO A SEGUIR?


Es el país que lidera las evaluaciones internacionales; los docentes tienen más poder de decisión en la escuela y prestigio social En Finlandia la carrera docente es una de las más populares y ser maestro tiene tanto prestigio social como ser médico o abogado. Tal vez sea ése uno de los factores que explican por qué el país nórdico tiene hoy un sistema educativo de excelencia, que se refleja en las pruebas internacionales de matemática, lengua y ciencia, donde ocupa los primeros puestos, cuando no el primero.El especialista finlandés Jouni Välijärvi, doctor en filosofía e investigador de la Universidad de Jyväskylä, que llegó al país para participar de un seminario internacional organizado por el Ministerio de Educación y la Unesco, dialogó con LA NACION y consideró que hay dos características principales del sistema educativo de su país: la unidad y equidad del sistema y la formación de los docentes. Contó que, después de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad finlandesa realizó una fuerte inversión en la construcción de una red densa de escuelas en todo el país, que permitió a todos los chicos ir a la escuela. Hay ahora 4000 escuelas primarias y 580.000 alumnos matriculados.