jueves, 4 de marzo de 2010

EVALUAR PARA EXÁMINAR, EXÁMINAR PARA EXCLUIR



Como muy bien anuncia el título del libro, en él se diferencia entre dos tipos de evaluación o mejor dicho entre dos formas de ver el proceso enseñanza-aprendizaje:
Por un lado, una evaluación que sirve para conocer a los alumnos y las diferentes formas que cada uno de ellos tiene para aprender, para poder mejorar así el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por otro lado, una evaluación tradicional basada en el examen que tiene como objetivo principal cumplir la exigencia de nuestra sociedad de clasificar a las personas, excluyendo a los que no se ajustan a lo esperado de ellos.
Ahora, a todo el mundo se le llena la boca con palabras como evaluación formativa, evaluación interna etc, sin embargo, a la hora de la verdad, a la hora de evaluar se sigue haciendo una evaluación individual y hecha por el profesor. También ocurre esto con los contenidos, se habla de solidaridad y cooperación, deseo de aprender o formarse, y mientras tanto en la escuela durante la mayor parte del tiempo se siguen enseñando lo mismo. Por esta razón, un maestro, tine que tener su propia forma de ver y comprender el conocimiento, la educación y el currículum, y por tanto la evaluación. De esta manera podrá saber en todo momento de dónde viene, dónde está y sobretodo adonde va.
Bajo mi punto de vista el maestro debe preguntarse en primer lugar sobre la concepción que él tiene sobre el conocimiento, la educación, la enseñanza, el aprendizaje, el desarrollo del currículo. En segundo lugar, deberá preguntarse sobre las carencias o necesidades que tienen los niños hoy en día en todos los ámbitos: En tercer lugar, el maestro debe preguntarse cómo puede relacionar todo lo anterior con el currículum existente en ese momento (LOE), es decir, deberá conocer los objetivos del currículum y elaborar unas metas u objetivos nuevos que además de incluir a estas enseñanzas mínimas, tengan en cuenta su visión de la enseñanza y las carencias de los niños. Para finaliza deberá elegir de forma coherente el tipo de actividades que realizará con los alumnos, de que forma controlará y gestionará el aula durante sus clases, el tipo de disciplina que aplicará en el aula, así como el método de enseñanza y el tipo de evaluación que utilizará, y con todo ello tendrá su propio marco conceptual.
En cuanto a los instrumentos de evaluación, pienso que un examen por ejemplo, puede ser válido siempre que haga que el alumno reflexione sobre lo que ha aprendido y lo tenga que relacionar con el conocimiento que ya tenía, sin embargo, no será válido si lo único que requiere del alumno más que el instrumento, importa el tipo de conocimiento que pone a prueba, el tipo de preguntas, el tipo de cualidades.
Como sugerencias para la acción reflexiva y critica el autor nos propone dos ideas que a mi modo de ver son fundamentales para dar un primer paso para cambiar el concepto de evaluación y nuestra forma de evaluar. El primero es que de los errores también se aprende, es muy importante la información que demos a nuestros alumnos en la corrección de los trabajos porque cuanto más clara se tenga la información más útil será para los alumnos a la hora de aprender.

3 comentarios:

  1. Claudia Iciarra López4 de marzo de 2010, 14:20

    La verdad es que este libro tiene que ser interesante xq los profesores tradicionales clasifican a los alumnos/as como si fueran objetos y no como personas ya que cada niño/a tiene diferentes capacidades para comprender y memorizar x lo q se debería d cambiar a evaluación inicial. Los exámenes, como bien dice el título excluye ya que si no se llega el 5 tienes q volver a repetir el examen o mucho peor, repetir curso. Esto para el niño/a es desmotivador ya q piensan xra si q no valen xra nada y x eso se le kitan las ganas de estudiar, luego los políticos dicen que hay "fracaso escolar" ¡¡¡¡ pero si son los profesores los que hacen fracaso escolar!!! No hay kien los entienda!!! Los profesores deberían motivar a los niños/as para que aprendieran y mucho mejor si les gusta el tema.

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  2. Claudia Iciarra López4 de marzo de 2010, 14:24

    La verdad es que este libro tiene que ser interesante xq los profesores tradicionales clasifican a los alumnos/as como si fueran objetos y no como personas ya que cada niño/a tiene diferentes capacidades para comprender y memorizar x lo q se debería d cambiar a evaluación personal. Los exámenes, como bien dice el título excluye ya que si no se llega el 5 tienes q volver a repetir el examen o mucho peor, repetir curso. Esto para el niño/a es desmotivador ya q piensan xra si q no valen xra nada y x eso se le kitan las ganas de estudiar, luego los políticos dicen que hay "fracaso escolar" ¡¡¡¡ pero si son los profesores los que hacen fracaso escolar!!! No hay kien los entienda!!! Los profesores deberían motivar a los niños/as para que aprendieran y mucho mejor si les gusta el tema.

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